Juventud y Participación efectiva en la política

Msc.Econ John Joseph Tarazona Jiménez

Un nuevo pasaje político se acerca, nuevas elecciones municipales y regionales, ello demanda reflexionar sobre el rol que asume la juventud en la participación política, más allá del cumplimiento de las cuotas de jóvenes en las listas y de la expresión de preferencias electorales en los próximos comicios, sino desde la participación efectiva.
Sabemos que entre el estado y sociedad civil existe una relación de interdependencia en el marco de las democracias, esta sociedad civil agrupa grupos con cierto grado de homogeneidad cuyas particularidades dibujan esta sociedad civil con mayor o menor grado de organización según el ámbito local que analicemos, estas a su vez determinan la calidad del estado, tomando en cuenta la calidad de esta sociedad civil en su composición, organización y participación. Esto implica por lo tanto una cuestión participativa más importante que solo la expresión de la preferencia electoral.
Es un grupo importante para mejorar el estado como consecuencia de la mejora de la sociedad civil es la juventud, componente proporcionalmente significativo de la sociedad civil, solo en la provincia de Huaraz las personas entre 20 a 34 años representan más del 27% de la población total, más de 37 000 electores de un total 81 430 electores que tiene la provincia, siendo casi el 46% de los votantes. En el contexto electoral bajo la rutina pasiva electoral de los jóvenes, en relación a sus preferencias electorales, es un apetecible bolsón de electores que distraídamente miran los partidos políticos.
Hace más de 10 años atrás en el Simposio y Coloquio sobre “Sociedad civil, Juventud y participación política “ Alvaro Chocano Presidente del jurado de elecciones de aquel entonces menciono lo siguiente “El sistema (democrático) demanda no solo la existencia de la normativa, la constitución de gobiernos, producto de periódicas elecciones en la mecánica electoral, sino de la vivencia misma, que obliga y requiere del ciudadano un estado de permanente actitud de participación, desarrollada con sincera tenacidad por la causa pública, tendiente a lograr el armonioso balance de poderes, con meta al deseado futuro bienestar colectivo”……
La condición de participación efectiva al cual referí al inicio se sustenta en aquel estado de participación constante del ciudadano, en especial del ciudadano joven, aquel que escasamente participa de estos periódicos procesos electorales dentro de algún movimiento político, implica la participación efectiva por tanto, en principio romper aquellas barreras compulsivas heredadas en los años de la violencia interna en el país, aquel riesgo a la responsabilidad expresiva de insatisfacción de la acción del estado, el elemento reflexivo, y la acción participativa permanente que permita la cogestión con el representante elegido en los procesos electorales, lograr aquella democracia que permite la convivencia y la participación efectiva de sociedad civil.
La ausencia de acción efectiva de la sociedad civil principalmente de los jóvenes, configura una aversión por la actividad política, hasta de manera visceral. Convirtiéndose en un círculo vicioso, con elementos adicionales como la corrupción, que ahondan esta crisis, siendo en un sello generacional la poca importancia de la actividad política y de la participación efectiva de los jóvenes de hoy.