Msc.Econ John Tarazona Jiménez
La globalización y el desarrollo de nuevos acuerdos comerciales, sobre todo en América Latina vienen fracturando viejas creencias en la gestión de las pequeñas empresas, esta creencias solían ser en principio que los productos más estandarizados, de aspectos poco diferenciados estaban obligados a trabajar el tema de costos para permanecer en el mercado, mientras que aquellos más especializados y alto nivel de diferenciación podrían considerar como secundario el tema de costos, y más bien tenían que centrarse en elementos que permitan mantener esta estrategia especializada.
Podemos decir que hoy estas creencias están lejos de ser parte de la realidad del tejido empresarial de las pequeñas unidades económicas de nuestro país, esto debido a que el concepto de productos masificados como tal, por la propia naturaleza de sus servicios y productos de estas pequeñas unidades, cuya característica principal es que dan servicios y productos más personalizados, hace que la gestión de costos sea de vital importancia para la competitividad, esto sumado al criterio básico de ingreso al mercado, garantizando calidad de servicios y productos.
Sin duda queremos negocios competitivos cuya contribución esencial provenga de una buena gestión de costos, pero ello no debe implicar la reducción de salarios, como medida desesperada, sino mas bien empezar a manejar criterios de eficiencia, mejorar la productividad de la mano de obra, muchas veces existe desfases entre el ingreso de materiales e insumos y las horas de trabajo o ambientes inadecuados, poca luz, espacios confinados; otro elemento que mejora la eficiencia, es la tecnología, esto puede ser renovar equipos y maquinarias que permitan una mayor producción en menos tiempo, o solo implementado practicas relacionadas a la 5 s japonesas (orden, clasificación, limpieza, estandarización y constancia).
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