Por: Msc.Econ John Tarazona Jiménez
No solo la ciudad capital de nuestro país, Lima, enfrenta graves problemas de transporte, las provincias y sus capitales terminan siendo muchas veces el reflejo de los problemas no resueltos en la capital, es así que amerita algunas reflexiones la situación actual del transporte urbano e interurbano en nuestra provincia, tomo como referencia aquel instrumento demandado por un grupo pequeño de transportistas, este instrumento el plan regulador de transportes, cuya elaboración pasó por varias manos terminando en un costoso estudio, cuyos resultados vienen siendo cuestionados y sobre las cuales vamos a incidir en este articulo.
En principio los elementos metodológicos de acción participación han sido obviadas en este estudio, dado que la falta de consenso y los cuestionamientos a este instrumento refleja la usencia del los transportistas en el proceso y diseño del “Plan vial integral regulador de transportes urbano e interurbano de la ciudad de Huaraz”, más allá de esto solo se ha considerado para la etapa de ejecución según las recomendaciones del estudio, la participación efectiva del gremio de transportistas a través del dialogo, objetivo difícilmente alcanzable dado que estos no fueron adecuadamente consultados y su participación en el proceso de estudio fue bastante débil.
El diagnostico muestra las condiciones desfavorables en la relación de las vías y su utilización, producto de la ausencia normativa y de control por parte del gobierno local, o en resumen la ausencia del principio de autoridad como se resalta en el documento, claramente esto indica la falta de criterio y buena gestión en los periodos de gestión pasados y la actual, que se encuentra en su segundo periodo poco o nada se ha hecho sobre en el tema, aquí recalco algunos errores conceptuales no resueltos, el cual habría ocasionado esta constante en la gestión del transporte público, veamos entonces lo que sucedió en la década del 90, década donde se implementa el sistema neoliberal, cuyo principal promotor en estos años fue el premio Nobel de economía Milton Friedman, el cual postulaba la tesis de libre mercado, tesis que se implemento de manera agresiva en casi todos los países de latino América, esto llevo a masificar la inercia de la gestión pública, desde la óptica del transporte, la libre competencia termino siendo la identidad de la gestión en el transporte, una cuestión totalmente dicótoma, pues estos se oponen entre sí, dado que solo el municipio se encargo de dar autorizaciones sin más criterio, bajo la lógica de la libre competencia. Aquí algunos neófitos en materias económicas usaban elementos aún más distorsionados y alejados de la verdad, uno de ellos era la naturaleza del transporte público, y el transporte en general como una actividad puramente privada, relacionada a la libertada irrestricta de las unidades empresariales conocida como las “empresas narcistas”, aquel que condenada cualquier intervención estatal, aquí algunas aclaraciones, si bien es cierto que el libre de mercado casi siempre es un mecanismo adecuado para la organización de las actividades económicas, esta no es una condición absoluta, consideramos dentro de la economía los fallos de mercado y la existencia de las externalidades resultado de la interacción dentro de algunos mercados, los cuales demandan la acción del estado y de sus instituciones, configurándose la revitalización actual del rol de estado en la mayoría de las economías del mundo, a raíz principalmente de la crisis financiera y las causas que la originaron, es más la categorización de transporte público dentro del amplio concepto de transporte, fue cuestionado dado que esto daba a entender, transporte público, como actividad realizada por el estado, por la categoría pública de está, lo que muestra la poca comprensión de esta categoría, es así que aquel marco normativo que obligaba el pago de medio pasaje y pasaje escolar fue cuestionado, es más algunas de las líneas ya no reconocían este derecho, hecho que fue alentado por esta práctica equivocada de los funcionarios de la municipalidad, entonces esta confusión genera la inacción sobre un conjunto de actividades empresariales privadas, transporte urbano e interurbano y comercio principalmente, ocasionándose no solamente el caos en el transporte, sino además en el comercio, turismo, seguridad, alrededor de la perdida de acción efectiva del municipio al cual hacíamos referencia arriba como la pérdida de autoridad en materia de gestión y control del gobierno local.
Centrándonos nuevamente en el transporte urbano e interurbano, en principio las propuestas presentadas en el estudio de plan de integral de vías, solo responden a necesidades de orden mediático y de corto plazo, considerando cambios principalmente en los itinerarios o recorridos de las 47 líneas existentes, sobre la base de las vías con mayor congestionamiento, esto no soluciona el exceso de parque automotor, mas de dos mil vehículos autorizados y un número importante adicional de no autorizados, para cambiar este enfoque se requiere establecer cambios sobre la basé no solo de frecuencias de utilización de vías, sino tomando en cuenta además el destino de aquellas vías de acuerdo a sus características internas (pavimento y/o asfalto para alto, bajo, mediano transito) y externas (tiempo de recorrido, número de usuarios, aplicación de modelos optimización) ,además de considerar la propia asimetría entre el servicio esperado y el que se provee por estas empresas, una lógica de responsabilidad social empresarial del gremio de transportistas, pero esto demandaría garantizar su inversión (de los empresarios de transporte) asegurando niveles adecuados de rentabilidad, es ahí donde el proceso de ordenamiento y planificación del desarrollo del transporte de la ciudad retoma su importancia, la canibalización del sector de transporte en Huaraz responde a la saturación del mercado debido al exceso de parque automotor, ello producto de la falta de responsabilidad en este sector del gobierno local como ya habíamos visto, esta canibalización exalta la ausencia misma de responsabilidad frente al servicio por parte de los empresarios y operadores del servicio de transporte, mal trato constante al público usuario e incremento del índice de accidentes, estas por exceso de velocidad o carencia de mantenimiento preventivo de estas unidades, estas externalidades negativas, parecen cada vez más incontrolables, por ello necesitamos un adecuado diagnostico de la problemática no solo transporte, sino además de aquel conjunto de sectores los cuales han sido olvidados por gestión de los alcaldes anteriores, hecho que vendría a repetirse debido a lo escuchado por los diferentes candidatos.
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